martes, 9 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 6/6

(Y aquí se acaba bruscamente este escrito)


6. LA MATANZA


    -¡Pol el pilal de Pnath! - gritaba el mago - Que espectáculo más bluto, la humanidad ha degenerado.
    -Pues a mí encantarme.- Respondió Károsdav'id antes de salir.

    El público rugía de entusiasmo, y hasta algunos de los luchadores sonreían pensando en descuartizar todo bicho viviente. Nargis-Hei estaba subido en su trono, fabricado con el colmillo de una criatura ya extinguida, presenciaría el espectáculo antes del banquete imperial que conmemoraría el milésimo aniversario de la destrucción de Ib. Cincuenta humanos, o casi, con abundancia de los enanos de extremidades cortas que habitaban las montañas Arequipa, veinte leones, diez elefantes con lanceros en la grupa, y veinte camellos tambien con montura, se matarían entre sí indiscriminadamente.
    Cuando el rey dio la señal de comienzo (para regocijo del respetable público) no menos de dieciocho hombres cayeron sobre el más débil y le cortaron manos y cabeza.
    Un Arequipa atacó a un león pequeño

lunes, 8 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 5/6

5. SARNATH, LA CIUDAD DEL LAGO


    Sarnath se alza frente a un lago al que ningún río baña, y al lado casi de Ib, la ciudad de piedra grís contruida en los tiempos en que aún no habían llegado los hombres a Mnar, y quizás aun no existían. Doscientas puertas de bronce, con estatuas de leones y elefantes en una piedra que no se conoce en otros lugares, (excepto quizás en la Atlántida) hay en sus murallas, y cincuenta calles van a hacia el lago y otras cincuenta son perpendiculares a éstas. El pavimento es de ónica para los hombres y de granito para donde cruzan los camellos con su carga, las casas son de ladrillo vidriado y calcedonia, y todas tienen su jardín amurallado y un estanque.
    Diecisiete templos hay en total, y el mayor, el del sumo sacerdote llega a medir mil codos de altura, en él se adora a Zo-Kalar, Tamash y a Lobon, ancianos dioses de Mnar. Son famosos los jardines que el antiguo rey Zokkar mandó construir, y en toda Sarnath hay alegría porque se acerca el día en que se celebre que hace mil años que Ib fue saqueada y sus habitantes (no descritos excepto en los cilindros de cera de Kadatheron) fueron exterminados y sus cadáveres arrojados al lago, y quince años deben de llevar preparándose para el milésimo aniversario. El monarca Nargis-Hei está muy complacido con los presentes que llegan de los más lejanos lugares de su vasto imperio, desde Pnoth y desde Rokol, hasta el desierto de Bnaz vienen príncipes, nobles y delegados. El pueblo se divierte con los nuevos espectáculos del anfiteatro, dos funciones al día en las que leones, elefantes, camellos y hombres son arrojados a la arena y se matan entre sí para regocijo del pueblo. Y en festivos se llena un anfiteatro con agua del lago, que viene de un acueducto, y allí los hombres luchan contra las bestias marinas. Sin embargo, un mago pequeño y amarillo no comparte esa alegría, pues le detuvieron los soldados de Sarnath mientras leía unos cilindros en Kadatheron, al otro lado del río Ai.
    El mismo estado de ánimo hace presa en sus dos compañeros, pues los tres serán arrojados a la arena del anfiteatro. Están listas las armas para la próxima lucha; lanzas con punta de piedra, huesos tallados en punta, hachas de sílex, rocas de granito de diversos tamaños, arpones de cuerno, estacas, horquillas, flechas, y cualquier cosa que dañe, pues todo sirve para que la sangre corra. Los camellos y elefantes, serán montados hoy.

domingo, 7 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 4/6


4. UN VIAJECITO MAS

    Fragmento suprimido por la Inquisición tras Profundo Estudio, del Libro de la Conquista de las Américas:

    "...En ello estábamos cuando el que por respeto que le mostraban los Otros y muy grande autoridad que hacía entre Ellos parecíanos jefe, mostrónos las reliquias del tempo, como nuestro capitán le había rogado. Más no encontramos oro allí, ni nada de valor, por lo que nos andemos hacia afuera, más, como el jefe insistía en mostrarnos una Piedra a guisa de estrella de mar, tuvimos a bien oír lo que contaba de ella.
    Resulta que según deducimos de sus palabras, hacía mucho tiempo el Frío había bajado de sus montañas para angustiar a las gentes de entonces, y tened por cierto que afirman que ello ocurrió en un tiempo anterior a lo que las Escrituras dan al mundo de viejo, más ya había mundo entonces según Ellos y desde el otro lado del mar llegaron, o así afirmaba, un hombre pequeño y amarillo, y un negro alto, y un hombre con una cabeza de oso y otra humana y muy gordo. Buscaban una remota ciudad de extraño nombre, donde al parecer guardaban una especie de tubos de cera con muchas Palabras grabadas, más también hay quien dice que querían robarles la Piedra, pues les protegía de Algo que es cosa del demonio realmente y de lo que no sirven rezos o crucifijos.
    Y todo ello cayó en desventura para todos, de modo que hubo una lucha, y de aquí en adelante la cosa tórnase ya confusa y sólo deja ver cómo se fueron los extraños Personajes rumbo a esa ciudad, nada se dice de si tornaron, pero cuentan que siempre tenían problemas con los de ésta Tierra.
    Pero de tal antiguedad parece la Piedra, que uno duda..."

sábado, 6 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 3/6

3. OTRO VIAJE


    Llegó a donde yo vivía el Viajero, llegó y preguntó el camino hacia Ulthar, la comarca al otro lado del río Skai. Lo primero que advertí fue su baja estatura y aspecto oriental, parecía uno de los sabios del lejano norte, en el mundo vigil de la superficie, y en efecto lo era, según él mismo me dijo. Iba cubierto con unas pieles de su mundo aún, y me pidió que se las cuidase durante unos días, mientras él iba a Ulthar vestido de peregrino. Se dirigía a leer los terribles Manuscritos Pnakóticos, y le advertí de su mala fama y de como un sacerdote enloqueció tras leerlos, pero él estaba decidido y le mostré el camino.
     Volvió una luna más tarde, había estado en Ulthar, donde una ley prohibe matar a los gatos, y está todo plagado de ellos, volvió de hablar con el joven sacerdote Altai, (discípulo del desaparecido Barzai el sabio, que no volvió jamás de su expedición al monte Hatheg-Kla) y me contó que había leído lo que necesitaba y no le dejaron llevarse los Manuscritos, pues escrito está que si salen del mundo de los sueños deben ser devueltos a Olathoe, y Olathoe está ahora en poder de los gnophkehs. Estaba ordeñando una vaca cerca de mi humilde cabaña cuando él llegó, y me contó que tal iban las cosas en el mundo vigil. Cuando mencionó a El Que Camina Sobre el Viento le rogué que callase, no nos estuviera escuchando en esos momentos, recogió sus cosas e hizo el hechizo adecuado para no olvidar lo que había aprendido durante el sueño, luego partió. Entré en mi cabaña y me dispuse a escribir este suceso, pero hace tiempo desde que aprendí a escribir y me ha llevado mucho.

viernes, 5 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 2/6

2. EL VIAJE

    -Ilemos plimelo a Atlántida pala hablal con los saceldotes soble nuestlo Viaje - decidió Hose-Lamon.
    Los otros Viajeros estuvieron de acuerdo y juntos partieron en una ligera nave blanca, con dos mástiles, treinta codos de eslora, y casi doscientos de proa a popa, venite eran los remeros de piel oscura, y el resto de los tripulantes eran el barbudo capitán, el timonel (que solo usaba una tabla y que tambien remaba) y un pescador al que debían auxiliar los pasajeros para obtener suficientes peces. Solo soplaron débiles y gélidos vientos de Tramontana, tardaron una luna en llegar a su destino, y una noche vieron ojos en el mar a su acecho. Llegaron al puerto subterráneo de la Atlántida, donde estaban además siniestros bajeles de guerra y mastodónticas naves de mercaderes orientales, pues de todos es sabido que la ciudad de Cthulhu en pasados tiempos era el centro del mundo desde siglos y aun lo sería mucho tiempo. Allí acudían mucha gente importante, y habría fiesta por el regreso del rey del consejo de Sholthar.
    Subieron los Viajeros a la superficie, en la misma capital, que cuentan estuvo antaño consagrada al abominable Cthulhu. Alquilaron habitación y descansaron en tierra firme, les despertó una procesión, y observaron como el rey atlante tenía rasgos anfibios (se decía hijo de Cthulhu) y los sacerdotes eran de estirpe divina, así lo proclamaba su aspecto y su alargado rostro, frente baja, nariz respingona y enorme al final, barbilla puntiaguda y orejas de enormes lóbulos. Mas no estaba permitido ver al rey desde un lugar más elevado y se ocultaron a su paso.
    Al día siguiente visitaron el templo. Cruzaron por puentes concéntricos (henchidos de estatuas, unas verdaderamente horribles que representaban a Cthulhu y los demás, y otras de aspecto más humano, de héroes legendarios, toda stalladas en el mineral desconocido hoy que Platón llama auricalco), tambien cruzaron por los numerosos hipódromos, templos de poca importancia, casas de nobles y mercaderes. Cuando llegaron al templo del Sumo Sacerdote vieron que la decoración tornábase mas abominable si cabe, estatuas de oro puro, de crisólita, verdemar, auricalco y más minerales y piedras preciosas que jalonaban la fachada, puerta y jardín, representaban dioses de formas incomprensibles para la mente humana, y no parecían tallados por terrestres.
    Una vez en el templo (con más ídolos dentro) les fue concedido el honor de hablar con el Sumo Sacerdote Klarkash-Ton, que parecía algo diferente de los demás sacerdotes. Tenía los mismos ojos rasgados, y finos labios y orejas de enormes lóbulos, pero había en él algo más superior.
    En una sala cubierta de estatuas y tapices dijo Hose-Lamon:

    -Venimos, oh Klalkash-Ton, pala pedilte consejo soble nuestlo Viaje a las tiel-las del hielo etelno. No sabemos que peliglos nos acechan ni que hacer con Ithaqua, ni si mis podeles selán suficientes.

    Entonces Klarkash-Ton habló solemne a los Viajeros:

    -Soy sacerdote de los Grandes Primigenios y no debería ayudaros, es verdad que no sabes como vencer a Ithaqua, pues nadie lo ha logrado jamás, incluyendo a los Dioses Ancestrales, que solo pudieron colocar su Signo en la Torre y Él quedó atrapado, no obstante su cuerpo astral abandona la Torre bajo la forma del Wendigo. No busqueis más en el mundo vigil, pues solo en el mundo del sueño profundo encontrareis los Manuscritos Pnakóticos, que antaño fueron rescatados de la destrucción de Lomar, el país bajo la Osa Mayor. Cuentan que existen escritos sobre Grandes Primigenios, como Ithaqua, adorados por nosotros, en lejano lugar. Pero marchaos pronto.

    Los Viajeros partieron del templo y Károsdav'id comentaba si con su escudo que tenía el Signo podían detener a Ithaqua, y él replicó que no, porque el Signo estaba muy incompleto y tenía que estar tallado en piedra gris de Mnar.

    -Debemos de buscal los Manusclitos Pnakóticos o il a Kadathelion, donde intenté il una vez que flacasé, a buscal unos cilindlos glabados.
    -Nosotros no saber viajar por el sueño.- Contestó Károsdav'id.
    -Es facil pala un mago, pelo cualquiela que baje los setenta peldaños llegalá al mundo de los sueños glacias a la bendición de los saceldotes de los dioses de la Tiel-la.

    Decidieron, pues, que Hose-Lamon viajase astralmente al interior de la Tierra, al mundo del sueño profundo, y los otros se prepararían para partir a Mnar cuando él volviese. Por desgracia en ese punto acabó mi visión y no he vuelto a tener ninguna que me revele lo que sucedió despues, esto es lo que ví y oí yo, Olaus Wormius.

jueves, 4 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 1/6

El documento que sigue a continuación fue escrito por un sujeto de unos 13, o 14 años como mucho, tras un empacho de lecturas de Lovecraft. La pobreza de estilo es la que cabe esperar a esas edades, y en la transcripción se han respetado todos los errores y horrores de la narración, las incoherencias, etc. Si ustedes se atreven a leerlo, ya van avisados. Constará de 6 partes.


LA TORRE DE ITHAQUA



1. EL CONSEJO DE SHOLTHAR

    En los tiempos en que Sarnath se elevaba sobre el lago, y los hielos se extendían sobre el mundo y el frío atenazaba a todos los vivientes, fue convocado un consejo en el próspero reino de Sholthar, situado al sur de Lomar.
    Eran los reyes, sacerdotes y ancianos del mundo civilizado los que se reunieron en el templo de Nanuk, construido en firme roca y símbolo del diálogo, cuyo aspecto era de no haber sido construido por manos humanas y cuya antigüedad no era conocida por ninguno de los habitantes de Sholthar, y sus dimensiones y arquitectura ciclópea no correspondían a sus actuales moradores.
    Allí debatieron los hombres más importantes de ese tiempo con la sola excepción de Nargis-Hei, rey de Sarnath, y sus nobles y virreyes. Allí debatieron la amenaza del frío y del avance de los salvajes inutos y los incivilizados gnophkehs, que tras siglos de inactividad continuaban sus conquistas al norte de Sholthar. Allí decidieron qué tres hombres entre los presentes viajarían a las regiones del hielo eterno para descubrir los extraños manejos de los adoradores de Tsathoggua con los inutos y sobre la legendaria Torre de Ithaqua, El Que Camina Sobre Los Vientos. Eran estos tres, que según las costumbres de la ciudad fueron condecorados con la Insignia del Viajero; Mi-Ge, representante del casi extinguido reino africano de cabeza enorme y cinco codos de altura, estaba el gran Hose-Lamon, conocedor de antiguos secretos y miembro del pueblo amarillo dedicado a la magia desde tiempos remotos que apenas medía cuatro pies, y el tercero era Károsdav'id, rey de lejanas montañas e inventor del hueso tallado en punta como cuchillo.
    Tambien según la tradición y costumbres de la ciudad los designados Viajeros hablan entre sí durante un día para conocerse mejor y ser buenos amigos durante el viaje, cada Viajero cuenta su vida, que así está grabada en jeroglíficos curvos en las paredes del templo.

    -Yo, Mi-Ge, de pequeño luché contra los ursobimanos del mar del sur y el consejo de ancianos me dio derecho a la lanza. En el sitio de Ngarrek, donde mi raza estuvo a punto de perecer frente a los tunga'an, maté cuatro docenas y una decena de guerreros tunga'an, tres decenas de uros para alimentar al pueblo, dos leones y un oso, allí expulsé al enemigo gracias al fuego que me fue cedido por Knubah. El consejo de ancianos decidió que viniese a Sholthar.

    -Yo, Hose-Lamon, nacido en el valle de Pnath, aprendí de los grandes ancianos de Thule y viajé por los países del sueño y del mundo vigil, en Ooth-Nargai me culparon injustamente del robo de una columna del templo y me buscan en diversas regiones por casos similares, mientras que en otros lugares piensan quemarme por temor a mi poder. Soy conocedor de arcanos secretos y la ciencia de los hombres amarillos del norte.

    -Y yo, Károsdav'id, soy rey de Ollokalereym-Thaath-Kallaph porque al cazar un oso mi escudo de piedra plana golpeó la cabeza de la fiera y se estampó el Signo en sangre. Fui famoso el día en que inventé el cuchillo de hueso, y gracias a él agrandé mis dominios de montañas y cuevas.

    Así escrito está desde hace muchos miles de años, de antes de que los jeroglíficos curvos en las paredes del templo fuesen casi suprimidos de la escritura por figuras en las paredes de las cuevas. Así lo consigno yo, escriba de los Tusanee, según el código que el dios Cuervo nos dio cuando a otros pueblos enseñó la agricultura hace varios siglos. No nos cuentan que todos los Viajeros tenían defecto de habla.