lunes, 27 de octubre de 2008
(En obras)
Como las de la calle, pero más aburridas. Le echo una semana o dos. Abstenerse ciberjubiletas, aquí no hay nada que ver hasta que no esté acabado.
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El 9 de noviembre de 2005, un par de alces, ebrios de poder y de manzanas fermentadas, decidieron cambiar el orden social establecido y pusieron en jaque a una residencia de ancianos para enseñarles una lección de humildad que no olvidarían jamás. Tres años más tarde, su obra sigue presente entre nosotros, en un mundo donde ya nada será como antes.