Menos mal que al final el patán que tenemos por presidente del gobierno ha entrado en razón. Al fin esos rojos que dicen trabajar para el estado van a saber lo que es bueno. Ya les tocaba que le quitaran sus privilegiados sueldos, que para el nefasto servicio que dan es lo que merecen. ¿Y sólo un 5%? A la mitad se lo tenían que haber bajado. Y ponerlos a trabajar 18 horas al día, que sepan lo que de verdad es sufrir el trabajo.
Esperemos que de esta forma el gobiernucho este que tenemos nos pueda proveer de suficientes ayudas para llevar a cabo nuestras empresas a la gente de bien como nosotros. Con toda la experiencia que tenemos en crear riqueza para nosotros, daremos buena cuenta de ese monetario que se le quita a unos ineptos que no tienen ambición ni progresión, que se dedican a perrear en sus oficinas y ventanillas. A ver si aprenden la lección y se lanzan a invertir sus millonarios ahorros (que con los sueldos que cobran seguro que los tienen) en obras que favorezcan el avance del país. Igual que hemos hecho nosotros durante las pasadas décadas con el ladrillo, que tantos beneficios nos ha reportado.
Ahora los sindicatos se pondrán en pie de guerra. Es hora de que ZP demuestre que es presidente de verdad y reprima sin piedad a esos jerifaltes de la vieja guardia. Esos sindicalistas que sólo se dedican a quitarnos derechos a las buenas personas, a impedirnos que podamos despedir a quien nos plazca en cada momento, a imponer las condiciones de trabajo más justas y productivas, a disponer del dinero de la empresa a nuestra santa voluntad pero con la seguridad de que nuestros amiguetes de allí arriba nos van a cubrir las espaldas. Al fin y al cabo, es la voluntad divina la que ha hecho que nosotros seamos los que mandemos; por suerte para este país.