El gran manipulador

Mis conocimientos del idioma anglosajón son escasos tirando a nulos (que aprendan ellos nuestro bello castellano), pero creo que he encontrado una traducción perfecta para un vocablo inglés: Wyoming significa manipulador. De ahí que el ínclito sujeto José Miguel Monzón sea el gran manipulador.

No hay más que ver su tendencioso programa en la cadena de TV invento de ZP. Acompañado por una hermosa señorita, a la que le pierden sus tintes rojeras, este energúmeno se dedica a lanzar oprobios a toda la gente de bien que abunda en los medios de comunicación afines a nuestra causa. Especialmente indignante resulta lo que le ha hecho al profesionalísimo Hermann Tertsch, trabajador de la cadena dirigida por la insigne presidenta de la comunidad de Madrid a quienes tantos admiramos.

El señor Monzón, haciendo uso de la maldita libertad de expresión (que lo único que hace es dar pábulo a los enemigos de la patria), hizo un vídeo donde se manipulaban las valientes declaraciones de Tertsch diciendo que le faltaban arrestos para ir a matar terroristas y liberar así a los españoles secuestrados por los moros mahometanos. Y haciéndole decir que mataría a pacifistas, ministros y demás calaña (cosa que también creo que este gran hombre podría hacer y con todo nuestro apoyo). La consecuencia ha sido una movilización del ateísmo homosexual que abunda en nuestras calles contra Tertsch, que tuvo como consecuencia la brutal paliza que le ha mantenido en el hospital. Aparte queda el caso de que los incompetentes funcionarios de la sanidad pública fueran incapaces de hacerse cargo del pobre hombre y que tuviera que acudir donde cualquier ciudadano de bien acudiría para no ser víctima de los haraganes que abundan en el obsoleto y demagogo sistema sanitario público.

Acuso a Monzón de ser el instigador, y puede que hasta el autor, de tamaña tropelía. Con gusto le daría una paliza al narigón este, para que sepa que nosotros somos más fuertes que él y que no nos hace falta usar la palabra; podemos resolver estas cosas a hostia limpia y sin despeinarnos. Que no somos demócratas ni comunistas, ni falta que nos hace, y sabemos campar por nuestros respetos.

Así que cuidado, gran manipulador, te estamos vigilando.