La bendición de Herodes

En los últimos días, los medios (a veces tan mentirosos e indignos a la causa) nos están mostrando crímenes perpetrados por menores e infantes de escasa edad, salvajadas indignas contra niñas por parte de niños, haciéndolas partícipes de un juego sexual aberrante e inmoral. Todo el mundo se va preguntando qué ha fallado para que esos niños actúen de esa forma, muchos piden más dureza, presidio para los delincuentes. Otros hablan de comprensión, de actuar en el entorno social. Y una mierda.

¿Sobre quién debe recaer la culpa? Ni más ni menos que sobre los necios y rojizos gobernantes que tenemos ahora. Su actitud de libertinaje sexual, promiscuidad diversa, permisividad con los estupefacientes y con la pornografía nos ha llevado a esta situación en la que jóvenes españoles, que serían individuos hechos y derechos con un sistema educativo rígido y católico, se comporten como animales de razas inferiores. Las reformas educativas que han llevado a cabo son las que han abocado al pozo a estos niños, que empezaron a educarse con la excelente ley de Aznar (la que los llevó varios años a estudiar la religión católica que tan buenas consecuencias tienen) y hace apenas unos meses se han enfrentado a una caótica reforma (ciudadanía/anarquía incluída) que les ha hecho perder el norte y comportarse de esta manera.

Poco pueden hacer los padres y el entorno ante tamaña tropelía educativa que se ha hecho con estos polluelos. Sólo su retorno a un sistema educativo rígido, estricto y puramente católico les puede regenerar en la eficiente mano de obra que buscamos en ellos. Que tomen nota los juristas comunistas que tanto hablan.