jueves, 4 de julio de 2013

La Torre de Ithaqua 1/6

El documento que sigue a continuación fue escrito por un sujeto de unos 13, o 14 años como mucho, tras un empacho de lecturas de Lovecraft. La pobreza de estilo es la que cabe esperar a esas edades, y en la transcripción se han respetado todos los errores y horrores de la narración, las incoherencias, etc. Si ustedes se atreven a leerlo, ya van avisados. Constará de 6 partes.


LA TORRE DE ITHAQUA



1. EL CONSEJO DE SHOLTHAR

    En los tiempos en que Sarnath se elevaba sobre el lago, y los hielos se extendían sobre el mundo y el frío atenazaba a todos los vivientes, fue convocado un consejo en el próspero reino de Sholthar, situado al sur de Lomar.
    Eran los reyes, sacerdotes y ancianos del mundo civilizado los que se reunieron en el templo de Nanuk, construido en firme roca y símbolo del diálogo, cuyo aspecto era de no haber sido construido por manos humanas y cuya antigüedad no era conocida por ninguno de los habitantes de Sholthar, y sus dimensiones y arquitectura ciclópea no correspondían a sus actuales moradores.
    Allí debatieron los hombres más importantes de ese tiempo con la sola excepción de Nargis-Hei, rey de Sarnath, y sus nobles y virreyes. Allí debatieron la amenaza del frío y del avance de los salvajes inutos y los incivilizados gnophkehs, que tras siglos de inactividad continuaban sus conquistas al norte de Sholthar. Allí decidieron qué tres hombres entre los presentes viajarían a las regiones del hielo eterno para descubrir los extraños manejos de los adoradores de Tsathoggua con los inutos y sobre la legendaria Torre de Ithaqua, El Que Camina Sobre Los Vientos. Eran estos tres, que según las costumbres de la ciudad fueron condecorados con la Insignia del Viajero; Mi-Ge, representante del casi extinguido reino africano de cabeza enorme y cinco codos de altura, estaba el gran Hose-Lamon, conocedor de antiguos secretos y miembro del pueblo amarillo dedicado a la magia desde tiempos remotos que apenas medía cuatro pies, y el tercero era Károsdav'id, rey de lejanas montañas e inventor del hueso tallado en punta como cuchillo.
    Tambien según la tradición y costumbres de la ciudad los designados Viajeros hablan entre sí durante un día para conocerse mejor y ser buenos amigos durante el viaje, cada Viajero cuenta su vida, que así está grabada en jeroglíficos curvos en las paredes del templo.

    -Yo, Mi-Ge, de pequeño luché contra los ursobimanos del mar del sur y el consejo de ancianos me dio derecho a la lanza. En el sitio de Ngarrek, donde mi raza estuvo a punto de perecer frente a los tunga'an, maté cuatro docenas y una decena de guerreros tunga'an, tres decenas de uros para alimentar al pueblo, dos leones y un oso, allí expulsé al enemigo gracias al fuego que me fue cedido por Knubah. El consejo de ancianos decidió que viniese a Sholthar.

    -Yo, Hose-Lamon, nacido en el valle de Pnath, aprendí de los grandes ancianos de Thule y viajé por los países del sueño y del mundo vigil, en Ooth-Nargai me culparon injustamente del robo de una columna del templo y me buscan en diversas regiones por casos similares, mientras que en otros lugares piensan quemarme por temor a mi poder. Soy conocedor de arcanos secretos y la ciencia de los hombres amarillos del norte.

    -Y yo, Károsdav'id, soy rey de Ollokalereym-Thaath-Kallaph porque al cazar un oso mi escudo de piedra plana golpeó la cabeza de la fiera y se estampó el Signo en sangre. Fui famoso el día en que inventé el cuchillo de hueso, y gracias a él agrandé mis dominios de montañas y cuevas.

    Así escrito está desde hace muchos miles de años, de antes de que los jeroglíficos curvos en las paredes del templo fuesen casi suprimidos de la escritura por figuras en las paredes de las cuevas. Así lo consigno yo, escriba de los Tusanee, según el código que el dios Cuervo nos dio cuando a otros pueblos enseñó la agricultura hace varios siglos. No nos cuentan que todos los Viajeros tenían defecto de habla.

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